HISTORIA DE MI VIDA
En una ciudad, Mar del Plata, tuvo lugar uno de los fenómenos más hermosos del Universo, se develó un misterio único frente a los ojos de quienes eran en esos días los artífices del mundo. Ese día una nueva vida tuvo origen, un nacimiento tuvo lugar. La forma más increíble de esperanza y sentido… una “niña”. Una niña, que entre juegos y risas, soñaba con su futuro… Podría ser secretaria, tal vez…pensaba, entre papeles, agenda, más papeles, que le había quitado a su papá... Tiempo más tarde, “Contadora” era la palabra que sonaba en sus oídos, donde por aquel entonces, en su imaginación e inocencia, Contadora era sinónimo de una personita que sacaba cuentas… En ese día sus sueños dependían de su creativa imaginación, el hacerlos del amor de personas que ayudaron a lo largo de cada día a que estos se transformaran en una hermosa imagen llamada realidad.
Esa niña, siguió creciendo, estudiando, y ese sueño persistió… Gracias al apoyo de su familia, en el último año de la secundaria, se preparó para el ingreso de Facultad. Sentía que se acercaba a cumplir con ese sueño que la acompañó toda su infancia, y fue así como a fin de año, rindió los exámenes y en unas semanas se enteró que había aprobado el ingreso a la Carrera de Contador Publico y Lic. en Administración de Empresas en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Lo que solo parecen palabras o etiquetas, no es más que el destino de una persona, el sueño de una vida que se materializa en el esfuerzo propio y la colaboración de quienes con amor favorecen el cumplimiento de estos. Pero no terminaba ahí, ahora venía una etapa más difícil… Fueron siete años intensos de estudio, de mucho sacrificio de toda la familia, pero… lo logró, se recibió y cumplió su anhelado sueño. Y hoy en día se encuentra desarrollándose en su ámbito y desea convertirse a través de los años en una mejor profesional y lo más importante, en mejor ser humano.
Hoy con 26 años, y con esa niña feliz que fui y que persistirá en mi corazón, vuelvo a soñar. Sueño con agradecer, a los marplatenses que me brindaron el privilegio de estudiar en la Universidad Pública, y llegó el momento de hacerlo de la mano de Fundación Faro Austral.
Siento que con Fundación Faro Austral, volvieron a sumarse los mismos factores, niños, sueños, esperanzas. Y como esa niña que necesitó de alguien más para cumplir con sus sueños, muchos niños necesitan de nosotros. Ayudemos a que los niños continúen estudiando, y que cuenten con las herramientas para que en el futuro sean ellos nuestros grandes maestros. Nos ayudas??
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Madre Teresa de Calcuta
Gracias Soledad por tu nota. Muy buena.
ResponderEliminarPero mucho más te agradecemos tu diario compromiso con los más necesitados.
Si tuvieramos en el mundo más gotas como vos no te quepa la menor duda que este planeta seria un "mar de felicidad".
No voy a emitir una opinión y mucho menos un jucio sob re Soledad, porque sería una obviedad.
ResponderEliminarElla es mi amiga, conozco su sentir, su ¨necesidad¨de comprometerse y su acionar responsable (no sabe otra forma de acción).
En consecuencia trataré de hacer un comentario, sobre Faro Austral.
Conectarme,de manera mínima con esta fundación, satisface una inquietud en mi por lo social de toda mi vida.
Debe hacerse mucho más que esta pequeñísima participación, pero:
Un paredón que con su fuerza, se opone al paso, se derriba, de una vez, con topadora (hace falta una fuerza igual) o lentamente socavando los cimientos y eso se hace con una cucharita de café en mano de cada persona comprometida con tirarlo abajo. Repetimos el concepto que (tan acertadamentadamente) rescató Soledad. Uno + uno + uno+ uno +................= TODOS a la vez